Explicamos todas nuestras averiguaciones con los ejemplos que habían surgido en clase e hicimos uso de los materiales que teníamos a nuestra disposición para poder darle todo tipo de detalles.
Lo curioso es que en clase de Antonia había ocurrido algo semejante con el tema de la mitad, sus alumnos también querían resolver un problema y necesitaban operar con ese concepto desconocido hasta el momento. Nuestra amiga después de escucharnos nos contó como habían resuelto aquello sus alumnos gracias al uso del metro.
Aun más curioso resulta escuchar a otros maestros decir que esto no ocurre en sus aulas... es una lastima porque disfrutar de esta experiencia es tan enriquecedor para el alumno/o como para el maestro/a. Ayer tuvimos suerte de contar con esta visita tan alentadora, pero en el día a día tenemos que caminar solos, buscando respuestas, aceptando nuestras limitaciones y la experiencias de otros más ilustrados en estas cuestiones. Pero prefiero vivir día a día con ilusión y nuevos retos que sumida en la rutina. Por eso me hice maestra, para no dejar de aprender nunca.
Gracias Antonia, siempre que vienes nos inyectas energía.
CUANDO ENTRAS EN LUGARES EN LOS QUE SE CONVIVE COMPARTIENDO CULTURA, EMOCIONES, DESEOS, SE PERCIBE UN AMBIENTE ESPECIAL, Y YO ME SIENTO ACOGIDA Y ME SIENTO BIEN.
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS POR DEJARME VIVIR ESTOS MOMENTOS CON VOSOTROS Y VOSOTRAS... PERO QUIERO SEGUIR INFORMADA SOBRE VUESTRAS CONVERSACIONES.
ROCIO, ERES UNA GRAN MAESTRA Y MEJOR PERSONA.
BESOS, ANTONIA